Mi filosofía

Desde el 2011 he ido trabajando con materiales reciclados o con materias que se pueden reciclar. Estoy convencida de que todo puede ser utilizado de diferentes formas, infinitamente. Si uno piensa y experimenta, casi todas las cosas se pueden reutilizar.

Como artista quiero poner en práctica mis convicciones sobre sostenibilidad y hacer ver lo importante que es el reciclaje en cualquiera de sus formas. Esto lo llevo a cabo utilizando materiales que en principio estaban destinados al deshecho. También reutilizo antiguos elementos ya reciclados. Incluso mis propias obras se generan a veces gracias a una reutilización ilimitada de partes de obras precedentes que, en un proceso creativo sin fin, devienen una obra nueva.

Mis creaciones se componen mayoritariamente de collages que reúnen todo tipo de materiales reciclados por el ser humano: desde el vidrio hasta los metales, pasando por las más diversas maderas, los plásticos más maleables, los tejidos más dúctiles. En esas obras quiero representar el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano, con su esfuerzo desde el principio de los tiempos por reciclar todo y por crear fábricas donde se vuelve a dar vida a lo ya usado.

Ese ir y venir de la materia de la naturaleza al ser humano me he inspirado en la búsqueda de nuevos caminos artísticos. Mi voz pictórica quiere expresarse a través de conceptos que engloban lo sostenible. Con ello he encontrado otra posible manera de ayudar a mejorar el medio ambiente con manipulaciones artísticas imaginativas que buscan lograr composiciones llenas de equilibrio, color y forma, y con las que transporto al espectador a mundos imaginarios.

En mi labor artística la educación y la comunidad educativa (profesores, familias y alumnos) tienen un lugar privilegiado. A menudo trabajo con colegios donde, entre todos, realizamos proyectos en los que intento transmitir el concepto de lo que es reciclar, reutilizar, crear y recrear, actualizar sin fin obras sorprendentes cuya base son los materiales que todos reciclamos.